Entre los lugares clave que uno visita por Bolivia siempre están el magnífico Salar de Uyuni, La Paz, Potosí y sus minas, la ciudad blanca de Sucre y algún municipio cercano a la selva como Coroico. Por eso creo que ver Tarija fue un acierto para poder llevarme un recuerdo menos tocado por el turismo internacional.

Tarija se encuentra al sur de Bolivia muy próxima a la frontera argentina. Se encuentra en la zona conocida como El Gran Chaco, una llanura que queda en medio de los Andes y el Amazonas. Esta región se caracteriza por un clima semitropical pero con la altura de la montaña.

La ciudad se abrió al turismo hace unos años y es bastante demandada tanto por turistas argentinos y como por los propios bolivianos. Y no es de extrañar. Tarija está construida sobre el valle del Nuevo Guadalquivir a unos 1.700 m.s.n.m., y es una excelente ubicación para el cultivo de la vid. De hecho, en Tarija se producen unos de los vinos más apreciados del país, a demñas del famoso Singani, un destilado de la uva que es la bebida nacional de Bolivia.

¿Cómo llegar a Tarija?

Aunque Tarija tiene aeropuerto, la mayor parte del tursimo llega por vía terrestre, ya que los vuelos suelen ser únicamente nacionales y muy costosos. Por tanto, a no ser que cuentes con un presupuesto holgado y tengas prisa por llegar a tu destino, para ver Tarija primero deberás llegar a suelo boliviano y después buscar qué combinación de autobús es más segura y conveniente desde tu punto de partida.

Si viajas desde Argentina. Puedes entrar por dos sitios: por la frontera de Bermejo o por la frontera de La Quiaca-Villazón. Desde Bermejo hasta Tarija son tres horas de trayecto en bus. Desde Villazón son unas 5 horas (es lo que tardé yo con una parada de media hora a mitad de camino).

Si viajas desde Bolvia. Si ya estás en suelo Boliviano, la ciudad más próxima a Tarija es Potosí. Así que, si viajas desde La Paz, Oruro, Cochabamba, Sucre o Santa Cruz, el viaje no te saldrá muy rentable a no ser que tengas pensado hacer parada en Potosí o algún otro punto intermedio.

¿Cómo ir al centro de Tarija?

Tarija tiene dos estaciones de autobús, pero la que se utiliza actualmente es la Terminal Nueva, que está un poco retirada del centro. De hecho, el aeropuerto está más cerca de la ciudad que esta estación. Aunque llegar al centro no es complicado. De todas formas, puedes preguntarle al conductor del autobús (o del micro) si hará alguna parada más cerca del centro antes de llegar a la estación (ese fue uno de los despistes que tuve porque podría haberme bajado más cerca de la ciudad).

Los micros (como se dice al autobús en Bolivia) que van al centro de la ciudad están a un costado de la Terminal Nueva. El viaje cuesta 2 bolivianos (0’25 €). Puedes preguntar qué número es el que va para el centro dentro del punto de información la estación, donde también te darán un mapa con los principales puntos de interés para ver en Tarija. O puedes preguntar directamente al conductor del micro.

También puedes llegar al centro en taxi. Son unos 25 bolivianos (3 €). Ya sabes que en Latinoamérica puedes debes regatear el precio.

Calle de Tarija (Bolivia)
Calle de Tarija con un autobús urbano (Bolivia)

El Gran Chaco y el Valle tarijeño

El Departamento de Tarija está surcado por el (Nuevo) Guadalquivir, nombre que le dieron al río tarijeño los conquistadores debido a su semejanza con el entorno del Guadalquivir español. La ciudad fue levantada en época colonial con el nombre de San Bernardo de la Frontera de Tarixa (como les gustaba a los españoles de entonces los nombres largos). Tan pronto como sus valles comenzaron a poblarse de vides, Tarija comenzó a convertirse en un importante enclave etnológico.

Su buen clima y la calidez de sus gentes hacen que algunos la llamen la Andalucía de Bolivia. Sin embargo, el departamento de Turismo de Tarija la define como la «Capital de la Sonrisa«. Más allá del marketing turístico, lo cierto es que en Tarija me sentí muy bien acogida desde el momento en que llegué a la estación de buses.

PARTE 1 | Qué ver y hacer en Tarija

Como decía al comienzo del artículo, Tarija es una ciudad colonial y eso se nota en las casas del centro histórico. Aunque para ser sincera, la primera vista que tuve de Tarija fue de casas y más casas con la fachada de ladrillo. Pero tan pronto como el autobús llegó a la plaza central comencé a ver a los puestos de jugo recién hecho, los cestos de empanadas de las cholitas, los adolescentes pululando con el celular siempre en la mano… Y comencé a sentir Tarija.

Y por supuesto a visitar todo lo que te detallo a continuación.

1. La Casa Dorada

Inspirada en la Escuela de Bellas Artes de París, la Casa Dorada es uno de los edificos más bellos que se pueden ver en Tarija. De estilo modernista, fue mandada construir por un matrimonio adinerado e inaugurada a comienzos del siglo XX. La planta baja se utilizaba para las actividades comerciales de los esposos Navajas-Morales, mientras que la planta alta albergaba las dependencias personales del matrimonio.

Casa Dorada de Tarija

Como en muchas casas de clase acomodada, las dependencias están construidas en torno a un patio central adornado con frescos y columnas. En el interior de la casa se conservan muebles originales, ropa, complementos y otras pertenencias del matrimonio a quien perteneció. (Como en muchos museos bolivianos las fotos no están permitidas en el interior, pero pude tomar estas del patio).

Entre los objetos conservados me llamó mucho la atención un piano que todavía funciona, y que todos los años, según nos explicó la guía, se toca para celebrar el Día Mundial de los Museos. Así que si te gusta lo antiguo, aquí tienes una visita muy recomendable.

2. Castillo Azul Moisés Navajas

Al igual que la Casa Dorada, el Castillo Azul fue construido por encargo de Moisés Navajas. Y al igual que la Casa Dorada, se siguió el estilo modernista que triunfaba en Europa en aquel momento. El matrimonio lo utilizaba como residencia durante la época estival. Y desde luego el estilo y los colores acompañan bastante al verano. A mí me recordó a las casetas de colores que se colocaban en las playas

Es una pena que al ser una propiedad privada no se permitan las visitas. Aunque merece la pena acercarse nada más que por ver su exterior. (En el video se puede ver cómo es por dentro).

3. Museo paleontológico y arqueológico

El Museo paleotnológico y arqueológico de Tarija está muy cerca de la plaza central y la visita es rápida. Entre los fósiles que se pueden ver en la planta baja destacan un mastodonte (parecido al mamut pero de menor tamaño), un perezoso de 6 metros desde la cabeza a la cola y un antepasado del actual armadillo. De estos tres ejemplares se conserva el esqueleto completo.

En la planta superior están expuestos objetos de los primeros pobladores humanos de la zona. Además de las flechas, vasijas, se puede ver el esqueleto de un niño.

4. Catedral de San Bernardo, Iglesia de San Roque e Iglesia de San Francisco

Iglesia de San Roque, Tarija (Bolivia)

Otra de las cosas que recomiendo ver en Tarija son la Catedral y dos de sus iglesias.

La Catedral lleva el nombre de San Bernardo al ser este el primer nombre que se dio a la ciudad de Taija. Está a solo una cuadra de la plaza principal. Al igual que las iglesias levantadas en el siglo XVI, la Catedral es sobria y robusta.

La Iglesia de San Roque está en una calle en cuesta, por lo que es fácil distinguirla desde lejos. Para llegar a ella solo hay que tomar la calle Gral Trigo (donde está la Casa Dorada) e ir caminando en dirección opuesta a la plaza principal. San Roque es el patrón de la ciudad por lo que esta es una de las iglesias más importantes.

La tradición cuenta que durante los años en que la viruela traida por los españoles asolaba a los tarijeños, se presentó un día San Roque en lo alto del cerro haciendo que los enfermos se recuperaran y la viruela comenzara a remitir.

Desde entonces, se extendió el culto a San Roque y su día se festeja todos los años con fiestas populares en recuerdo a su acción sanadora en la ciudad.

Por último, la Iglesia de San Francisco tiene una portada con el mismo estilo arquitectónico que la de San Roque, pero pintada de amarillo. Lo curioso es que solo su fachada es amarilla. El resto de la iglesia, al igual que el Conevento de San Francisco en el que está integrada, muestra la piedra al desnudo.

5. Vista desde el Mirador Corazón de Jesús

Si quieres ver Tarija desde otra perspectiva puedes acercarte a uno de sus miradores. El Mirador de La Loma está en un parquecillo, en lo alto de la Loma de San Juan. Dominando el mirador está la figura de un Cristo con los brazos alzados que mira hacia las colinas que se ven al fondo de Tarija. Por eso también se llama Mirador Corazón de Jesús.

Desde este mirador se aprecia un poco mejor la extensión de la ciudad (y también la gran cantidad de viviendas cuya fachada muestra el ladrillo desnudo) y el entorno natural que la rodea.

6. Mirador de los Sueños

En este mirador no tuve tiempo de hacer parada, porque cuando vas con la agenda apretada siempre se te falta tiempo para algo. Pero desde el autobús de camino a las bodegas se veía perfectamente la forma de copa del mirador, como una bola de discoteca gigantesca sobresaliendo en el parque.

7. Mercado de Tarija y la gastronomía tarijeña

Cuando pregunté en el hostel por el mejor sitio para saborear algo típico, la chica de recepción me mandó directamente al mercado. El mercado no es solo un sitio donde se venden productos frescos, sino también un excelente lugar para comer.

El edificio es completamente nuevo y se organiza por plantas. En la primera planta están todos los productos frescos; en la segunda están los patios de comidas; y en la tercera se vende un poco de todo lo que no es alimentación.

Algunos de los platos típicos que puedes encontrar en el mercado son:

  • Saice: el plato tarijeño por excelencia que consiste en un guiso de carne picada, patata y arvejas con un toque picante.
  • Arvejada: es un revoltillo de guisantes, huevo y patatas.
  • Sopa de maní: es una sopa de pollo con verduras a la que se añade un picadillo de maní que es lo que le da su sabor característico.
  • Pique macho: es un plato en el que se sirve magra de ternera frita mezcalada con tomate, pimiento (locoto), cebolla, huevo cocido y patatas. Es más típico de la región de Cochabamba, aunque lo puedes econtrar en casi toda Bolivia.

Entre los dulces que puedes adquirir por este mercado te recomiendo las empanadas de lacayote. Cuando pregunté a una vendedora que era el lacayote, me dijo que una fruta. Al primer bocado salí de dudas: cabello de ángel. Al parecer los españoles exportaron al viejo continente la fruta (lo que España se llama cidra) y la receta para elaborar esta pasta dulce.


PARTE 2| Qué ver y hacer cerca de Tarija

Aparte de su capital, el Departamento de Tarija es un destino conocido por su Ruta de los Vinos que atraviesa el Valle de la Concepción y por el turismo de naturaleza del Valle de los Cóndores. Si cuentas con tiempo suficiente, también puedes acercarte a algunas de las localidades cercanas a Tarija como Uriondo, Santa Ana, Coimata o San Lorenzo.

Ruta de los Vinos

El altiplano tarijeño es un lugar excelente para el cultivo de la vid desde época colonial. A una altura de entre 1.700 y 2.000 metros, los viñedos tarijeños están entre los más altos de América y del Mundo (en América solo le hace la competencia el noroeste argentino). Al igual que ocurre en la provincia de Salta (Argentina), los vinos producidos en Tarija tienen denominación de origen «vinos de altura».

En Tarija existen varias empresas locales que realizan las ruta del vino. Dependiendo de la temporada y la disponibilidad de las bodegas, la ruta incluye unas paradas u otras. En cualquier caso el precio de los tours está en los 100 bolivianos (15 €) e incluye el almuerzo además de la visita a las bodegas.

No te puedes ir sin ver las bodegas de Tarija.

Valle de la Concepción

El Valle de la Concepción es donde se concentra la mayor parte de hectáreas de viñedo de Tarija. Por tanto, si realizas la Ruta del Vino tendrás ocasión de ver su paisaje cubierto de vides y de realizar parada en algunas bodegas.

En el Valle de la Concepción existen algunos pueblos en los que merece la pena detenerse. Uno de ellos es Uriondo, donde se encuentra la conocida Casa Vieja. Se trata de una construcción típica colonial que hoy en día ha sido restaurada para albergar un restaurante y una tienda de vinos de la tierra. Aunque su aspecto sigue siendo el de una construcción deteriorada por el tiempo.

Casa Vieja Tarija
Patio de la Casa Vieja en Uriondo, Tarija (Bolivia)

Valle de los Cóndores

Como su nombre indica, el Valle de los Cóndores es el hogar de una de las mayores colonias de cóndores en libertad del planeta. En este Valle se realizan varios trekking que llevan hasta los 3.000 metros de altitud y permiten conocer mejor el hábitat de estas majestuosas aves. Y por supuesto, ver algunos ejemplares de cóndor sobrevolando el terreno.

Para llegar al Valle de los Cóndores hay que atravesar primero el Valle de la Concepción. Este valle se extiende hacia el sur del departamento de Tarija, delimitado en el norte por el Valle de la Concepción, en el sur por la frontera argentina y a ambos lados por las reservas naturales de Sama y de Tariquía.

Coimata

Coimata es un pueblo a 20 minutos de Tarija que destaca como destino de turismo en la naturaleza. En Coimata hay unas cascadas de agua que en verano son ideales para los bañitas (la pena es que en invierno, como era mi viaje, no era la mejor época para disfrutar de Coimata).

San Lorenzo

San Lorenzo es otra ciudad colonial que siempre aparece recomendada en las guías sobre qué ver en Tarija. En esta localidad, a solo media hora de Tarija, se encuentra la casa natal de Eustaquio Méndez («El Moto Méndez»), que luchó por la independencia de Tarija. La casa está ahora reconvertida en el Museo Moto Méndez.

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