Si ya has estado dándole vueltas a la idea de emprender tu primer viaje solo, te habrás dado cuenta de que conlleva bastante responsabilidad. Y eso es cierto, viajar solo es una responsabilidad. Cualquier decisión que tomes, dependerá (casi) enteramente de ti. Tu irás marcando tus pasos. Y también eligiendo cuándo deshacer o reorientar esos pasos.

Antes de enfrentar tu primer viaje en solitario necesitas evaluarte a ti mismo y los retos a los que te enfrentarás. Con ello te asegurarás de que conoces tus puntos fuertes y los menos fuertes y cómo puedes responder ante una situación que te pone a prueba.

Así que, para aliviar un poco a los que todavía no os habéis embarcado en un viaje así, os comparto 8 miedos que aparecen antes de viajar solo. Lo he escrito basándome en los principales miedos que me surgieron a mí y que, como he comprobado después, son motivo frecuente de preocupación para viajeros que ya están en ruta o pensando en emprenderla pronto. ¡Allá vamos!

1. Mi primer viaje, ¿por dónde empiezo?

No saber por dónde empezar a organizar una aventura así es normal. Transporte, alojamiento, lista de cosas para ver y hacer, qué llevarse en la mochila-valija, cómo reducir la huella ecológica mientras estamos viajando, leer un poco sobre la historia del lugar…. Parecen demasiadas cosas para una sola checklist. Y ciertamente lo son. Puedes desglosar cada una de ellas en una lista propia y aun así surgirán cosas para las que no estabas preparado.

Si eres de esas personas a las que, como a mí, les gusta tener todo bien cerrado, puede que aturulles solo con pensarlo. Pero tranquilo. No se puede tener todo controlado al 100%. Lo importante para empezar a organizarte antes de salir es tener información suficiente del país o región a la que viajas. Quédate con los datos más importantes.

Por ejemplo, si vas a moverte por el centro de Europa el tren o los buses low-cost son una buena opción de transporte; pero si vas a moverte por Argentina, lo más cómodo y barato es cubrir las distancias en avión. De igual modo, si vas a Holanda una semana es probable que encuentres alojamiento por Couchsourfing o Airbnb; pero si te vas una semana a recorrer la ruta de las Iglesias fortificadas en el centro de Rumanía, es más probable que los couchsurfers y los AirBnb sean más escasos.

Puerto Madero Buenos Aires
Tomando notas en Puerto Madero, (Buenos Aires).

2. La seguridad viajando

Hay un miedo que afecta por igual a experimentados y novatos: la seguridad. Todos queremos terminar el viaje sin haber sufrido ningún accidente, robo ni urgencia médica. Esto es algo que dependerá en gran medida del destino al que te dirijas y de tu propia responsabilidad. Pero como en todo, hay situaciones que escapan a nuestro control, por mucho cuidado que tangas.

Para viajar más tranquilo lo primero que debes hacer es estudiar bien qué tan seguro es ese país o región al que vas. No me refiero a que te mires todas las estadísticas de delincuencia y la sección de sucesos del periódico. Eso no hará más que volverte paranoico. Pero sí es bueno que preguntes a gente que sea de allí (si conoces), a otros viajeros que hayan estado antes, y que mires algunos portales especializados (agencias, blogs, portal para extranjeros residiendo en ese país) en busca de recomendaciones.

Lo segundo es contratar un buen seguro de viaje. Aquí tienes cientos de opciones. Si eres estudiante europeo puedes acceder a un seguro más barato. Si necesitas encontrar una empresa que te dé cobertura global puedes mirar en las siguientes: IATI Seguros, World Nomads, Intermundial… (Yo he viajado con IATI y World Nomads). Por último, no te olvides de llevarte tu sentido común bien despierto. Si te han advertido que cierta zona puede ser peligrosa, mejor evítala. Si no estás seguro de dónde te metes, pregunta antes a otros viajeros y haz saber a otros por dónde vas a moverte para que estén al tanto por si te pasara algo.

Cusco Perú
Microbus en el centro de Cusco (Perú).

3. El impacto cultural

A mayor diferencia social y cultural del país al que viajes es normal que el miedo a viajar solo también sea mayor. Necesitamos saber que tenemos en quién apoyarnos, tener a alguien con quién discutir las dudas, resolver los problemas… Por tanto, otra de las cuestiones que te puede mantener inquieto dependerá de qué tan diferente es el destino al que te diriges.

Lejos de un motivo de inquietud, este es un reto buenísimo. Te obligará a mirar a prestar atención a detalles a los que antes no se lo prestabas. Te pondrá fuera de la zona de confort. Y no te hablo de cuestiones sesudas como por ejemplo la diferencia entre pobres y ricos o el concepto de bienestar… sino de algo tan básico como cuáles son los modales a la hora de sentarse en la mesa o de cómo aprender a regatear un precio.

Muchas veces la imagen que tenemos de un país o una ciudad está muy influenciada por cientos de agentes externos: medios de comunicación, etiquetas puestas por la sociedad, opiniones de familiares y amigos… Son importantes, sí, y debes tenerlos en cuenta. Pero no dejes que sean esas imágenes las únicas que conformen tu visión de cierto lugar.

Jardín Japonés Buenos Aires
Jardín Japonés de Buenos Aires
Menú platos tradicionales Bolivia
Menú de comidas en el Mercado Municipal de Tarija (Bolivia)

4. Los problemas con el idioma

Si te gusta aprender idiomas, esto no debería suponer ningún miedo. Por el contrario, debería ser un reto divertido. Tendrás una ocasión perfecta para aprender y lucirte cuando regreses a casa con todas las palabras nuevas que habrás aprendido.

Si este no es tu caso, confía en que, con una sonrisa y buenos modales, las personas intentarán comprenderte y hacerse comprender.

Hoy en día, sabiendo inglés ya tienes una buena porción del globo terráqueo cubierta. Y yo tampoco despreciaría el español. Cada día es un idioma más internacional y va sumando hablantes. Es posible que si vas moverte en zonas rurales o zonas donde la globalización no ha calado tanto, el idioma local sea el único comprendido. No te preocupes porque como te decía hay muchísima gente dispuesta a ayudar a un viajero en apuros.

parque Riga Letonia
Señal con direcciones en un parque de Riga (Letonia)

5. Ser capaz de controlar el gasto

¿Y si me quedo tirado sin dinero? Existen cientos de plantillas que tienes a un golpe de click para ayudarte a planear cuánto presupuesto necesitarás y llevar la cuenta de lo que vas gastando.

Si vas a pasar por diferentes países ten presente también los cambios de moneda. Consulta las equivalencias con el dólar o con la moneda de tu país, así como las tasas que te pueden cobrar por el cambio de moneda, por retirar efectivo en cajeros y por pagar con tarjeta. Infórmate también de las tasas que se aplican a turistas, por ejemplo, por la estancia en hoteles, hostels y otros alojamientos y si estos tienen que pagar el IVA de los productos o están exentos del mismo, como ocurre en algunos países.

Contar con un buen seguro de viajes también es un alivio en caso de que tu equipaje se extravíe o de que tengas que acudir a un médico. No está de más tener un colchón extra de dinero por si acaso. Aunque no tengas pensado gastarlo te ayudará a hacer frente a alguna que otra eventualidad. Porque casi seguro que alguna vas a tener (y no lo digo por ser mala sino por experiencia propia).

6. El miedo a los imprevistos

Uno de los aprendizajes más valiosos que te puedes llevar del viaje es el saber responder a los imprevistos. Tal vez el autobús que esperabas te deje tirado y nunca sepas por qué, o que una manifestación te impida entrar a una ciudad, o que pierdas la cartera. Todo puede pasar.

Ojo que también hay imprevistos que agradecerás en tu viaje, como encontrar a cierto compañero de ruta y cambiar los planes, que la habitación que reservaste no esté disponible y te cambien a una mejor, que cuando ibas buscando cierto museo acabes encontrando otra joya no conocida de la ciudad… No encasilles a todo lo que no estaba en tus planes como algo negativo.

Adaptarse constantemente es una necesidad en cualquier viaje. Así que ya sabes: be water my friend!

Parque Nacional Cajas Cuenca Ecuador
Parque Nacional Cajas en la provincia del Azuay (Ecuador)

7. La duración del viaje

La duración también influye en qué tan tranquilo o nervioso estés antes de salir de casa. No es lo mismo una escapada de fin de semana o puente (aunque sea lejos de casa) que varias semanas o incluso meses viajando por tu cuenta. Es normal que ante un viaje más largo, el nerviosismo vaya en aumento. Cuanto más largo vaya a ser, mejor necesitarás planificar el presupuesto, armar tu bolsa de viaje, controlar el gasto… Pero también tendrás más flexibilidad para introducir cambios en la ruta y mayor será tu inmersión cultural.

Valles Calchaquíes, Salta, Argentina
Paisaje de los Valles Calchaquíes, en el noroeste de Argentina

8. ¿Si soy mujer lo tengo más difícil?

Esto depende mucho del contexto. Tal vez sí que haya zonas por donde es mejor no caminar sola y ciudades donde debes andar con 100 ojos por la noche.

Ser mujer en ocasiones conlleva tomar algunas medidas adicionales (p.e. en cuanto a vestimenta, comportamiento en lugares públicos…), pero no es ni mucho menos un impedimento para viajar. Hay miles de mujeres viajando por todo el globo de mil maneras distintas. Algunas a dedo, otras trabajando una temporada aquí y otra allá, o creando contenidos cómo freelancers mientras viajan…

Lo más importante es que tú te sientas segura. Si no es así comunícaselo a personas de confianza, habla por teléfono con amigos o familiares. Y si crees que alguna situación puede suponer un riesgo real para tí, busca alternativas que te permitan sentirte sin ese riesgo.

El único momento en el que yo he llegado a sentirme incómoda viajando por Sudamérica ha sido caminando por una playa en Perú, con los chicos silbándome y tirándome algunos “piropos”. Ante actitudes todavía patriarcales, oídos sordos. Valórate. Por suerte ahí estaban un grupo de 4 amigas portuguesas para ayudarme a dispersar a aquellos chicos.

CONSEJO: No esquives los miedos, enfréntate a ellos

Frase inspiradora Ecuador
Titular de una revista de viajes que vi desayunando en Quito (Ecuador)

Y con este titular que me encantó de una revista de viajes llegamos al final.

Lo mejor es que no postergues tus preocupaciones o vayas camuflando esos miedos. Solos no van a desaparecer. Siéntate un rato, plantéate todos estos miedos y analiza cada uno. ¿Son reales o fundados? ¿Cómo puedes atajar cada uno de ellos? Piénsalos bien y si hace falta ve anotando en un papel o libreta de viaje. Así a la vuelta podrás ver todo lo que te preocupaba y comparar la situación post-viaje.

Al final todos esos miedos dependerán de tu personalidad, de los destinos a los que vayas, del ambiente donde te sientas más cómodo y de otros muchos factores. El miedo nunca se va completamente. Pero cuanto mejor aprendas a enfrentarlo, más disfrutarás de tu ruta.

¡Bienvenido al mundo de los viajes!

Escribe un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.