Hay tantas maneras de viajar como viajeros recorriendo el mundo. Esto es algo de lo que me he dado cuenta desde que estoy de un lado para otro, en busca de oportunidades, de desarrollo personal y de aventuras. De lo que también me he dado cuenta es de que muchas de estas formas de viajar tienen muy presente un mismo factor: la sostenibilidad.
Desde hace algún tiempo vienen sonando fuerte el slow travel y el turismo sostenible, formas de viajar que comenzaron como una alternativa en el sector de los viajes y que cada vez son elegidas por más personas. De hecho ya no es raro encontrarse una agencia especializada en Slow Travelo o Turismo Sostenible.
A estos dos se suman otros conceptos nuevos como turismo consciente, turismo experiencial, mindful travel y algunos más, que entienden los viajes no solo como una actividad de ocio, sino como una forma de explorarse a uno mismo y de estar en equilibrio con el ambiente que nos rodea.
Por eso he elaborado una lista con esas formas de viajar o de hacer turismo estrechamente relacionadas con la responsabilidad del viajero y el impacto que genera su actividad en un determinado destino. Seguramente la lista pueda ampliarse, pero aquí están aquellas de las que más he oído hablar, las que cuentan con agencias especializadas, están reconocidas internacionalmente y las que cuentan con una comunidad de viajeros unidos por los mismos valores. ¡Allá vamos!
Recordatorio: la sostenibilidad en los viajes es una responsabilidad no solo con el ecosistema o el entorno natural, sino también con la cultura local, la vida de las personas y el desarrollo económico de cada destino.
Índice de contenidos
1. Mindful Travel
El Mindful Travel trata de liberar al viajero de las prisas, las preocupaciones y el ritmo de vida acelerado para conectar con sí mismo y con el entorno. Se trata de un viaje enfocado a nuestro interior y al momento que estamos viviendo. La naturaleza es por tanto un elemento fundamental en este tipo de viajes, ya que nos ayuda a sentir el «aquí y ahora» que persigue el mindfulness.
A menudo el Mindful Travel está asociado a viajes para practicar meditación, retiros espirituales e incluso turismo de bienestar (spas, balnearios…) que ayuda a liberar estrés. Sin embargo, el Mindful Travel va más allá del descanso o el cuidado personal, buscando una expriencia transformadora.
Detrás de esta manera de viajar se ecnuentra la asociación sin ánimo de lucro Mindful Travel Destinations que cuenta con su propio manifiesto para entender qué es el Mindful Travel.
2. Turismo activo
Como dice el propio nombre, es aquel que se practica para mantenerse activo y que está relacionado principalmente con la práctica de deportes en la naturaleza, la meditación y los viajes wellness. El turismo activo surge de la combinación entre naturaleza, cultura, aventura y acercamiento a lo local.
Por eso este tipo de turismo también está estrechamente relacionado con el medio ambiente. Se trata de disfrutar en la naturaleza, manteniendo el cuerpo y la mente activos, y de respetar el entorno para que podamos seguir disfrutándolo. Además el turismo activo es un importante motor para el desarrollo rural. Existen cientos de asociaciones empresariales, agencias de viajes, empresas de ocio, alojamientos e incluso gobiernos que promueven el turismo activo en sus respectivas áreas geográficas para potenciar la economía de la zona y contribuir a crear una mayor conciencia ecológica entre los viajeros.
3. Turismo consciente
El concepto de Turismo Consciente nació en Ecuador en 2011 y su propuesta ha sido reconocida por la Organización Mundial de Turismo (OMT) como un impulso para el sector turístico a través de una experiencia transformadora. Esta forma o modalidad de turismo combina unas cuantas variables: sostenibilidad medioambiental, desarrollo personal, acercamiento cultural y como no, concienciación sobre el impacto económico y social del viaje.
Cuando lo escuché por primera vez pensé en que es la unión perfecta entre mindfulness y el mundo de los viajes. De hecho la definición del turismo mindfulness puede aplicarse sin problemas al turismo consciente. Diría que la diferencia entre ambos es apenas un matiz: mientras el turismo mindful se centra más en el interior de la persona, el turismo consciente pone el foco hacia afuera, hacia la relación que existe entre el viajero y la comunidad local y con el resto de actores que intervienen en el sector turístico.
Como último objetivo persigue que el destino provoque un cambio, una transformación, un aprendizaje a quien pone el pie en él. Por aquí te dejo el video del Ministerio de Turismo del Ecuador en el que explican brevemente lo que es el turismo consciente.
4. Turismo experiencial, vivencial o de inmersión
Este tipo de turismo busca ayudar a las personas a tener una comprensión más profunda de la cultura e historia de un determinado lugar, sumergirlas en la vida de las personas que viven en él, invitarlas a usar todos sus sentidos y, lo más esencial, provocar emociones en ellas. Se trata de vivir un destino, más que de verlo o visitarlo.
El turismo experiencial presta mucha atención a aquello que provoca en tí esa playa o ese valle que acabas de descubrir, ese vendedor o artesano con el que acabas de hablar, esa danza o ese festival en el que acabas de participar.
Los vínculos con las comunidades locales son esenciales para desarrollar este tipo de iniciativas turísticas. Por ejemplo, en lugar de un tour gastronómico, un viaje expereincial o vivencial te invitaría a ser particícipe de la elaboración de los platos; en lugar de alojarte en un hotel o Airbnb, te quedarías con una familia local y serías parte de sus actividades cotidianas.
Aquí va un excelente ejemplo: una experiencia local en Chacán, en el Valle Sagrado de los Incas en Perú, donde los viajeros conviven con la comunidad local y les acompañan en sus labores, sus celebraciones y su tiempo libre.
5. Turismo responsable
Sin la responsabilidad de cada viajero es imposible asegurar un turismo sostenible. El turismo responsable es el que busca que los viajeros sean conscientes del impacto que causan sobre el entorno, la gente y la cultura; y que modifiquen algunos de sus hábitos para evitar causar daño a la naturaleza, las personas, los animales, la cultura, las creencias y la economía de un lugar determinado.
La mejor referencia de turismo responsable es el Manifiesto del Viajero Responsable elaborado por la Fundación Intermundial y el Instituto de Turismo Responsable. Como explica en Instituto de Turismo Responsable, el turista tiene un gran poder: el poder de elegir dónde comprar, cómo moverse. Cada pequeña elección va sumando para conseguir disminuir el impacto negativo que generan los viajes.
Si te interesa, puedes sumarte voluntariamente al manifiesto a través de su página web. ¡El cambio comienza con la concienciación!
6. Turismo solidario
Consiste en viajar para participar en un proyecto que contribuya al desarrollo o equilibrio del lugar de destino. Aquí el foco son las personas que viven en el destino y el entorno natural en el que viven, más que los servicios orientados a la persona que viaja. Algunos ejemplos de turismo solidario son: dar clases en escuelas de comunidades rurales, limpiar las playas, ayudar a restaurar y mantener el patrimonio arqueológico, la construcción y mantenimiento de infraestructuras…
Este tipo de viajes requieren de un compromiso por parte los viajeros y por lo tanto, la duración puede ir desde tres o cuatro semanas a varios meses. El objetivo principal es causar un impacto positivo en el destino. (OJO, muchas veces no hace falta ir al otro lado del globo terráqueo para participar en un proyecto solidario).
Por aquí comparto el post de Viaja, Disfruta y Ayuda, una plataforma que pone en contacto a viajeros con organizaciones de todo el mundo que necesitan soporte material o humano para realizar su actividad.
7. Turismo sostenible
Esto no es una forma de viajar, ni un nicho más del mercado turístico. Es una filosofía. Y debería ser el apellido que acompañe a cualquier tipo de turismo.
Más allá de los idearios repetidos por el marketing, el turismo sostenible no es solamente verde y ecológico, ni solamente el que se practica en ciertos destinos naturales. Además de sostenibilidad ambiental, hay que tener en cuenta la sostenibilidad cultural y económica del destino ¿Esto qué significa? En ocasiones el turismo modifica a la cultura local y a veces también la pone en serio peligro de extinción.
Porque con nuestros viajes no solo generamos un impacto medioambiental, sino también una importante repercusión en la economía local, las tradiciones culturales y la manera en que un determinado destino se va transformando lentamente.
8. Slow travel
Es una de las formas de viajar que más se escucha ultimamente. Pero mucho antes de convertirse en una tendencia y aparecer en las revistas, ya había quienes lo practicaban de manera habitual. Viajar sin prisa, utilizando los sentidos y buscando una inmersión local son las principales premisas de esta manera de viajar.
El movimiento slow travel tiene sus orígenes en Italia, vinculado concretamente a la gastronomía. Fue el sociólogo Carlo Petrini junto a un grupo de activistas los que comenzaron a defender una «slow food» como contraposición a la «fast food». El emplazamiento de un Mc Donalds en la Plaza de España de Roma fue el evento decisivo para que el movimiento slow food creara su porpio manifiesto y celebrara su primer congreso internacional. Si quieres conocer más sobre el movimineto puedes vistar su página web.
El movimiento gastronómico se extendió a las ciudades, apostando por una manera menos acelerada de vivir en los espacios urbanos. Actualemte el movimiento está presente en 30 países.
Por último el movimiento slow llegó a los viajes como una nueva filosofía que propone desacelerar el ritmo, poner los sentidos en el presente, interactuar con las gentes y dedicarte a conocer «bien» una zona antes que visitar mil lugares deprisa y sin tiempo.
9. Road trip
Aquí otra forma de viajar que va ganando seguidores. Los road trip se pueden describir como viajes de larga o corta distancia que se realizan con un vehículo. Encontrarte a viajeros que se mueven en caravana es cada vez más habitual. Y también a gente que agarra su coche y hace una ruta por varios países.
Al igual que pasa con las formas de turismo anteriores y con los mochileros, las personas que se embarcan en un roadtrip suelen compartir una serie de valores relacionados con el ecologismo, el viajar lento, el disfrutar del viaje en sí.
Así que ya sabes, si te gusta el concepto, es una manera alternativa de viajar sin itinerarios preestablecidos, a tu ritmo y aprendiendo constantemente. Claro que, no hace falta irte a hacer la Ruta 66 o la Panamericana. La costa mediterránea de España es perfecta. Si no, mira este roadtrip desde Girona a Málaga.

10. Mochilero
No sé si es que en la actualidad ha habido un boom de mochileros o es que ahora con las redes sociales, los blogs y el mundo digital los mochileros tienen mucha más visibilidad. El caso es que son muchas las personas que agarran la mochila y se van a recorrer mundo por su cuenta.
La definición de qué es un mochilero es un debate muy discutido en foros, redes sociales y grupos de viajeros. Hay quienes te dirán que ser mochilero significa viajar siempre con tu tienda de campaña, ir haciendo autoestop y llegar hasta el último rincón del mundo sin necesidad de contratar un tour. Hay otras personas que simplemente lo asocian a viajar barato, tomándose el tiempo necesario en cada lugar, sin más equipaje que tu mochila.
En cualquier caso, creo que muchos coincidimos en que ser mochilero va asociado a optimizar tus recursos, viajar durante un tiempo prolongado (varios meses o incluso años) y ser muy consciente de la huella que vas dejando allá por dónde pasas. De alguna manera ese minimalismo, la interacción constante con otros viajeros y con las gentes del lugar, su contribución a la economía local y el concepto de «vida lenta» hacen que los mochileros sean otra manera sostenible de viajar.
¿Nueva generación de viajeros?
Todas las formas de viajar o de hacer turismo que he enumerado a lo largo de este artículo comparten muchas de sus características. De hecho, algunas de ellas pueden considerarse un mismo tipo de turismo o viajes, aunque con diferentes matices. Y lo más importante de todo, todas son maneras más sostenibles de viajar que proponen una alternativa al turismo masificado y que están en alza.
Tal vez todo esto esté relacionado con una nueva generación de viajeros. Y no hablo de la edad ni de una generación nacida en un determinado momento, sino de un conjunto de personas que poco a poco han ido adquiriendo unos hábitos y preocupándose por buscar nuevas formas de poder visitar nuevos lugares minimizando el impacto negativo y potenciando todo lo posible el positivo. Una nueva generación viajera más conscientes de las consecuencias del turismo de masas y con una clara preferencia hacia los viajes que intentan provocar una transformación en ellos y en el lugar que visitan.
Y lo que tengo claro, desde mi humilde opinión, es que estas formas de practicar turismo tienen mucho futuro porque la sostenibilidad del planeta es algo que no puede esperar.
6 Comments
Que gran post para clarificar conceptos de los nuevos tipos de turismo que debemos plantearnos, algunos ya los conocíamos porque nos interesa mucho la sostenibilidad pero otros nos han servido para clarificar conceptos. Me lo guardo para las posibles dudas.
Muchas gracias. Me alegro de que te haya resultado útil.
Totalmente de acuerdo. La sostenibilidad del planeta NO puede esperar. Es maravilloso que cada vez más los viajeros seamos más conscientes / responsables durante nuestros viajes y busquemos algo más que pasar por los lugares como si nada. Lo que no conocía era la cantidad de formas de viajar que existen, aunque como bien dices, son parecidas y tienes sus propios matices, en definitiva apoyan un turismo de mucha más calidad para el viajero, ya que aportan un plus de experiencia vital que el turismo masificado no puede aportar. Sin duda alguno, me identifico muchísimo con el roadtrip. Viajar en coche, parando sin prisas en los lugares que quieras, es la mayor sensación de libertad para mi. Estupendo post de reflexión en estos tiempos tan convulsos.
Hola Pilar. Qué bien contar con la opinión de una roadtripper concienciada con la sostenibilidad. Como bien dices este tipo de viajes son un plus de experiencia vital. Ojalá cada vez seamos más personas moviéndonos de manera responsable por el mundo.
Hola!
Qué interesante este artículo. Coincido absolutamente que para cada viajero hay un viaje. También sé que por suerte últimamente se valora mucho más al viajero responsable y que es muy importante tener en cuenta las buenas prácticas del turismo sostenible.
Mis preferidos son los road trip ya que siempre armamos una ruta y allí vamos. Esto se debe a que por lo general tenemos cierta cantidad de días para viajar. Pero… entre nosotros me encantaría el slow travel. A lo mejor, algún día…
Saludos!
Gracias, Florencia. Yo también espero poder disfrutar bien de un slow travel algún día, sin limitaciones de tiempo y sin la presión por tener que conocer todo en unos días.